Pueden las aves del cielo
mostrar su hermoso plumaje
pero aquí te tengo en el suelo
con tu piel como equipaje.
Y en tu piel voy a plantar
los versos que tu suscita
y en tu boca voy a dejar
los besos que necesitas.
Y mis manos se harán cielo
para en tu cielo dejarte
mis labios de jardinero
para siempre consolarte.
Pequeña y dulce criatura
que de mi fuente te sacias
y en tu fuente con dulzura
bebo la miel de tu sabia.
Y allí me enredo en tu pelo
y en tus ojos me hago fuego
y postrandome contigo
mi piel te dará consuelo.
Regia Montana chiquita
crisálida de mis sueños
quiero que tu piel bendita
sea la piel en la que bebo.