Condenate entre mis brazos...

Arrójate sobre mis brazos
y olvida todas las reglas
las que escribió el mismo Dios
y los falsos de esta tierra...

Que quiero sentir temblando
tu suave piel nacarada
mientras tu pecho rezando
se ilumina en llamaradas.

Que soy Ángel del averno
cuando desnuda te ofreces
y con corazón muy fiero
me abandono a tus placeres.
Yo prometo condenarte
si me entregas de tus ganas
tu lujuria y tu estandarte
plantados sobre mi cama.

No demores esta agonía
que entre mis muslos despierta
la pasión de hacerte mía
teniendo tu puerta abierta.

Hoy te quiero condenar,
que bebas de esta aventura
y a gritar y a suplicar
con pasión y sin ataduras...





Descansa en paz mi querido poeta.

Hoy las barcas de tu río
y el agua donde se bañan
el corazón tienen frío
de tanto como te extrañan.

En ese río de versos
que escribiste con el alma
negra cinta de mil duelos
a mi corazón empaña. 

Hay poeta del amor
que tanto querías a tu miño
hoy me llenas de dolor
recordando tu cariño.
Y las lágrimas me fluyen
quizás quieren navegar
por esas mansas corrientes
desde el río hasta la mar.

Hoy recuerdo de tus versos
el amor que va impregnando
con cada uno cien besos
y con todos enamorando.

Mi gran poeta de amor
de amor me llenaste entero
y aunque lleno de dolor
sonriendo te sigo al cielo.


Este poema se lo dedico a un gran poeta y amigo que ya se nos marchó...
Les dejo con una muestra de su hermosa poesía de las que tiene muchas
publicadas en este blog con la etiqueta, POETA DEL AMOR

Un momento eterno...


Hoy necesito pararme,
sin entretener mis pasos
y beber hasta saciarme
mis recuerdos, muy despacio,
donde poder abrazarme,
con la ilusión del pasado,
como se añora a una madre,
como se evoca un regalo…

¡Ay, del suspiro del niño
que se perdió hace mil años,
ay,  del amor que tuvimos
en platónicos veranos,
donde el verso quedó escrito
en la corteza de un árbol!
Hoy necesito pararme
para tener mi verano
en el otoño que esparce
el calor desde tus manos,
que pugnan por encontrarme
como tú y yo acostumbramos.

Hoy yo los echo de menos…
tantos y tantos “yo te amo”
que alimentaron mis sueños
desde el pozo de tus labios.


Hasta pronto mi querido amigo y poeta

El sabor de tu cuerpo.

Ese sabor de tu cuerpo
que sin ser dulce ni amargo
tienen esencias de frutos
que crecen libres en el campo.

Cada día en la campiña
cuando el sol se está acostando
para mi preciosa niña
frutos voy coleccionando.

Aquí me encuentro el romero
allí fresas y jazmines
y para adornar tu pelo
un ángel y diez serafines.
Que bonita está quedando
la mujer que yo más quiero
ya empieza a oler a nardos
manzanas, peras y pomelo.

Ya tengo una cesta llena
que pongo junto a su cuerpo
y van suspirando mis venas
entre mis besos serenos.

Uno a uno con mis labios
en tu cuerpo voy poniendo
olores de mi cariño
que gritan te estoy queriendo.
















Ángel Reyes Burgos
Tu sabor crayolita

Ay mujer si pudiera...

Ay mujer si pudiera entre claveles
y entre rosas llenarte de mis besos
seriamos, yo tu primavera y tu mis mieles
llenando este mundo de misterios.

Hasta la noche mas negra y sin luna
y el mas aciago y triste pensamiento
se llenaría de alegría y de fortuna
que le daría mas belleza al sentimiento.

Y tu y yo seriamos las plantas
que con firmeza se enraízan en la tierra
transmitiendo por el mundo la esperanza
de nuestro amor sin mentiras ni miserias...

Quien pudiera mujer ser esa estrella
que en cada punta brillara la alegría
y que caiga a este mundo cual centella
que llene la oscuridad de fantasía.

Habría un vergel fresco y lozano
en un paraíso tropical sin condiciones
donde los novios serian como hermanos
salpicados de ternura y de pasiones...

Ángel Reyes Burgos
Feliz día rosa de mi jardín.

Ponte mis alas...

Si la tristeza te deja desnuda
de esas sensaciones que mi amor te dejó
vístete de nuevo con mi dulce mirada
y con mis alas protege tu luz interior.

Que tu pecho es el altar donde me reclino
a escuchar los tan tan de mi paz y mi guerra
y con tu boca de fresa, de miel y vino
se me haga mas cercana tu lejana tierra.

Yo cerrando mis ojos a tu cielo vuelo
y en tu cuerpo acurruco mi fresca brisa
llenándote por completo de consuelo
mientras mis labios dibujan una sonrisa.

Ya tu tristeza y soledad desaparecen
al sentir la cercanía de mi pecho
y los tristes sentimientos se envejecen
muriendo en las llamas del recuerdo.

Levanta mujer y vuela alto
que mis alas te traigan hasta mi cielo
y volando con las alas que te planto
me eleves a las estrellas desde el suelo.

Ángel Reyes Burgos
Para ti crayolita, te amo
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