Y acabé la madrugá, poema de Miguel Ángel Reyes

Y acabé la madrugá,
Viéndote a ti, gitano,
En silencio sepulcral,
Secando mi lagrimal,
Con el alma en la mano.

Dos esperanzas tenía,
Una verte por triana,
Y otra por correduría,
Y no te vi pero sentía,
Tu pureza y resolana.

Sólo atrás pido volver,
Tras pasar este quinario,
Para verte envejecer,
Mi señor del gran poder,
Y olvidar este calvario.


Poema de:
Miguel Ángel Reyes

Hermoso pregón a la Macarena de Rafa Serna.

Y ahora hablo de esperanza,
Esa que vive en la calle,
La que buscas cuando abrazas
Un clavo donde agarrarte
Para llenarte de vida
Cuando la vida se parte.
Y para hablar de esperanza
Te voy a llevar donde nace,
Te voy a contar un secreto,
Un sueño que entre varales
Dormido sigue despierto
Por más que los tiempos pasen.

Esperanza,
La de todos los mortales,
Que en esta tierra no hay nadie
Que pueda vivir sin ella,
Que de ella pueda apartarse.
Nacemos de la esperanza
Encarnada en nuestras madres
Y desde ese mismo momento,
En ese primer instante,
Los ojos de la esperanza
Son los primeros en mirarte
Y ya de ti no se apartan
Por más que los tiempos pasen.

En este sueño de vida
¿Sabes lo más importante?
Agradecer lo vivido,
Disfrutar de cada instante,
Compartir como un buen hijo
Los dones que ella reparte,
Aliviar al afligido,
Enseñar al ignorante,
Defender al desvalido
Curarlo para que sane,
Rescatarlo del olvido,
Decirle que no se aparte
Del amor de su mirada
Por más que los tiempos pasen.

Si hay algo en esta vida
Que nos protege y abraza
Es la misericordia infinita
En los ojos de la esperanza
Y en esos ojos sin igual
Llora por ti toda Sevilla
Solo de verte llorar,
En esas cinco lágrimas va
Toda la sal de los mares,
Que en tu cara son altares
Que te animan a rezar,
Son estrellas encendías,
Que no cesan de alumbrar
Y se tiñen de verdades
En un juego de alamares,
Que no dejan de brillar.

Cinco lágrimas de encajes,
Que no hay pañuelo que empapen
Sin que se ponga a llorar,
Porque la seda más pura,
No va a rozar tu hermosura
Para poderlas secar,
Cinco lágrimas que salen
Para regar esas calles,
De esperanza y de verdad
Que sin llegar hasta el talle,
Sabe Sevilla que valen
Un llanto de eternidad.

Cinco lágrimas de soles,
Cinco pétalos de flores,
Cinco espejos de cristal,
Que en tus perfiles de amores,
Son ventanas y balcones
Abiertos de par en par.
Si tú no eres obra humana
¿Quién te hizo reina y madre?
¿El alba de la mañana?
¿El lubrican de la tarde
Con su paz, sosiego y calma?
¿Un suspiro de la noche
Que quiso ponerle broche
A la belleza del alma?
¿O el crepúsculo sincero
Que se escapa entre los vuelos
Del aire de madrugada?
¿Te crearon en un sueño?
¿Quién osó que te soñaba?
¿Fue la ternura de un beso?
¿La verdad de una mirada?
¿Un pálpito del corazón
Con su pellizco en el alma?
¿O quizá el brillo del sol.
¿Quien dio textura a la estampa
Principio de la hermosura
De tu sublime esperanza?
Tuvieron que ser los ángeles,
Los que siempre te acompañan,
Que no existe otra respuesta,
Así se abrieron las puertas
Del jardín de la elegancia.

Y todo nació ese día,
A la giralda campanas,
El compás y la armonía
Y parió la madrugada
El alba y su amanecía.
Azul celeste a los cielos,
El color a la sonrisa,
Albero a la maestranza,
A las flores la fragancia
Y el parque de María luisa.
Bambalinas y varales,
El oro el bronce la plata,
El blanco de los costales,
El medio vuelo a las capas,
Las rosas a los rosales
El jazmín y la albahaca,
Azulejos en las calles,
La saeta a la garganta.

Y nació Juanita reina
Cantándole a tu esperanza
Y las coplas y los romances
Y el martinete a la fragua.
Le nació la luz al día,
La veleta a la espadaña,
El cantar a los cantares
Y los suspiros a España.

¿Quién te hizo reina madre
¿Quién te lleno de gracia?
¿Qué pincel creó los trazos
Sin pegar un carpetazo
Cuando apareció tu cara?
Y cuando viera tus ojos,
Abanicos por pestañas
Y tu entrecejo perfecto
Y tus perfiles de nácar.

¿Cómo pudo ni siquiera
Aguantarte la mirada?
¿Sabría en ese momento
Que la imagen que tallaba,
Haría temblar los cimientos,
Las entretelas del alma
Y ya jamás en el tiempo
Habría quien te igualara?

¿Que tenía entre sus manos
Lo divino, lo glorioso,
Lo celestial y lo humano?
¿Que aquel seria el esbozo
Donde nacería el gozo
De todo el mundo cristiano?
¿Quién te hizo reina y madre?
Y después que terminara.
¿Por qué elegiría esta tierra
Reino donde reinaras
Y decidió que su reina
Madre de dios soberana
Se llamase, Macarena
Y naciera sevillana?



Quizás hay que ser sevillano para con cada verso de este hermoso pregón se llenen los ojos de lagrimas.

Gracias Rafa por esta hermosura.

Es muy largo pero cada linea merece la pena.


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