Aquellas palabras...

Ya toda me entregué y di
y de tal suerte he trocado,
que es mi amado para mí,
y yo soy para mi amado.

Cuando el dulce cazador
me tiró y dejó rendida,
en los brazos del amor
mi alma quedó caída.

Y cobrando nueva vida
de tal manera he trocado
que es mi amado para mí,
y yo soy para mi amado.

Hirióme con una flecha
enherbolada de amor,
y mi alma quedo hecha
una con su Criador,
ya no quiero otro amor
pues a mi Dios me he entregado,
y mi amado es para mi,
y yo soy para mi amado.

Santa Teresa,  mística y escritora española. Canonizada a poco menos de cuarenta años de su muerte, fue proclamada Doctora de la Iglesia católica en 1970 por Pablo VI...Para saber más pulse aquí.

Pasión y sueños...

Solo quiero contemplar la belleza de la redondez de tus caderas
el movimiento ascendente y descendente de tus pechos al respirar,
esos movimientos que me hacen sentir en una montaña rusa
donde yo soy el viajero que se pierde en cada uno de tus suspiros.

Tu sabes que te estoy mirando y te abandonas a mi contemplación,
sientes el ruido alocado de mi corazón que acelera mi respiración
y tu piel se eriza sabedora hasta que punto estas elevando mi pasión.

No puedes evitar levantar la mano y con un dedo indicarme que me acerque,
mis piernas empiezan a temblar con esa promesa implícita en el gesto,
me inclino hacia tu boca y con un beso apenas imperceptible, te siento...
como un pequeño terremoto todo tu cuerpo se estremece, mis piernas
se niegan a sostenerme y me abandono tendiéndome a tu lado...

Tus brazos son como dos ramas de un árbol mecidas por el viento
y tus dedos como hojas de terciopelo que suavemente se deslizan
recorriendo mi espalda, nuestros labios se unen, nuestras almas se aman
mientras yo sigo contemplando tu foto, sin saber si es un sueño, de mi madrugada. 

Ángel Reyes Burgos
Para ti crayolita, mi pasión y sueño
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