Hoy te quiero atada, poema de amor.

Puede que hoy a ti te desee
bien atada y bien desnuda
para llenarte de temblores
besando a tu piel vencida...

Que tus cicatrices del alma
se reflejan en tu piel hermosa
que yo se ver esas heridas
que emergen como las rosas.
Se ven con tantas espinas
que yo intuyo el sentimiento
que en algún lugar de tu vida
te doblegaba el sufrimiento.

Por eso siempre con versos
a besos voy a comerte
para sellarte los labios
y en mis brazos poseerte.











 

Al amor, sonetos...

Yo acuerdo revelaros un secreto
en un soneto, Inés, bella enemiga;
mas, por buen orden que yo en esto siga,
no podrá ser en el primer cuarteto.

Venidos al sigundo, yo os prometo
que no se ha de pasar sin que os lo diga;
mas estoy hecho, Inés, una hormiga:
que van fuera ocho versos del soneto.

Pues ved, Inés, qué ordena el duro hado:
que teniendo el soneto ya en la boca
y el modo de decillo preparado,

conté los versos todos y he hallado
que, por la cuenta que a un soneto toca,
ya este soneto, Inés, es acabado.
Di, rapaz mentiroso, ¿es esto cuanto
me prometiste presto y a pie quedo?
¿Andar mirlado entre esperanza y miedo,
cercado de respetos, hecho un tanto?

¡Sus!, tus varios favores, risa y llanto,
dalos, Amor, a quien se lame el dedo;
los que me diste a mí te vuelvo y cedo:
no quiero soñar más cosa de espanto.

Bien siento las heridas y que salgo
de tu poder para ponerme en cura,
porque tengo aún abiertas las primeras.

Y juro por la fe de hijodalgo
de si mi buen propósito me dura,
dé en no partir contigo, de hoy más, peras.



















Baltasar del Alcázar, Fue el sexto hijo de don Luis del Alcázar, jurado del cabildo municipal de Sevilla. Se alistó como soldado en las galeras de don Álvaro de Bazán, primer marqués de Santa Cruz. Durante un tiempo fue prisionero de los franceses, que lo liberaron poco después. Sirvió también en la guarnición militar del castillo de Jaén, época que recogió en diversos poemas...para saber más pulse aquí.

Hoy te regalo una rosa, poema de amor.

Hoy quiero darte una rosa
que te llene de ese aliento
cuando tu corazón no goza
de ternura y sentimiento.

Para esos días que alejado
no sientas mi amor y dulzura
que sepas no he olvidado
que eres como nieve pura.
Blanca como esos copos
que en las montañas se vierten
y a mi me acarician el rostro
besando sobre mis sienes.

Porque cada copo blanco
que a mi me llega del cielo
son como los besos de amor
cuando me dices te quiero.

Una rosa para ti crayolita.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger... Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...