Tengo sueños



Tengo sueños de boca, de boca fluida y fresca,
como arroyuelo fresco, boca color de rosa;  
fuente de vida pura, fruta pura y carnosa, 
de refrescante labio, que a mi labio refresca.

Tengo sueños de pechos, pechos como dos lunas,
lunas bellas y firmes de un frescor juvenil,
que acompañan mi sueño si es mi sueño febril,
o se aprestan gentiles a acallar mis hambrunas. 

Tengo sueños de un talle, talle como de avispa,
de esbelta curvatura y delicados llanos,
cuidado con ternezas, ternezas de mis manos, 
que acuden a él crispadas cuando el ansia las crispa.

Tengo sueños de un vientre, cobijo en mis mañanas,
tibio y dulce cobijo que a mi avidez convoca,  
que me despierta afanes y afanes me sofoca, 
que me exalta la sangre y me embriaga las ganas.  

Tengo sueños y sueños que confluyen en ti,
sueños que me demandan, boca, pechos y talle;
y tu vientre ligado, para que cuando estalle 
tú también estallando vibres unida a mí.

Jorge Enrique Toro Salazar 

Quiero vivir por mi mismo


 
Nos alertan muchas veces
que se nos acaba el tiempo,
pero el tiempo no se acaba,
es una espiral sin tiento
que gira cual remolino
y nos absorbe en su seno;
una galaxia infinita
que gira sobre si misma
y vuelve a los mismos sinos
aunque parezca distinta.

Desde el vórtice supremo
en el que todo gravita
hasta el penúltimo giro
en que rota nuestra vida,
todo es un puro espejismo
una entelequia, un delirio.
Morimos cuando nacemos
nacemos cuando morimos
y en cada giro, crecemos,
aprendemos y vivimos
hasta que Cronos decide
que hemos culminado el ciclo.

Alfa y omega nos celan
y trazan nuestro camino
desde el Edén al infierno
desde la cuna hasta nicho
pero yo no me resigno
¡quiero vivir por mí mismo!






















Las guerras son como hogueras


Las guerras son como hogueras
donde los locos se abrasan
y a los que atacan los dejan
sin vidas y sin esperanzas.

El hombre se vuelve inhumano
Masacra, mata y mutila
Incluso a su propio hermano
Lo plaga de horror y heridas.

Somos carne de cañón
De los grandes oligarcas
De esa industria sin perdón
Donde el dinero manda.

Que la guerra es cosa mala
Ni que decir que lo diga
Pero ni vendas nos dejan
para cubrir las heridas.

Y en medio de tanto drama
el pobre muere mas pobre
y los que crean las guerras
se enriquecen con tus temblores.




Mis terrores de Halloween

 


Me he sumergido en los terrores nocturnos de mi infancia
en las calabazas que me perseguían por las calles,
sus ojos rojos, sus dientes, su sonrisa maléfica y su pendencia,
me despertaba gritando, una semana sin dormir y otra rezando.

Mis noches las pasaba entre brujas y aquelarres, animales salvajes
todos querían devorarme mientras mojaba las sabanas de profundo terror,
lo peor, una bruja malvada, una laguna encantada que me producía pavor,
sapos que cantaban escupiendo fuego y un maldito pirómano con ardiente aliento.

No me gusta Halloween, esta fiesta pagana que veo pasar desde mi ventana
sus perversos disfraces, la inquisición me recuerda, persiguiendo sus muertos
las hogueras ardiendo en mis pensamientos, las ampolla explotando, la sangre saliendo.

Tu sigue bailando ante el fuego y dejame a mi vivir en mis sueños de luz y armonía
sigue con tus calabazas y brujas de feas verrugas que yo viviré en mis fantasías.


¿Qué será ser tú?...


¿Qué será ser tú?...
Este es el enigma, la atracción sobrecogedora
de conocer, el irresistible afán de echar el ancla
en ti, de poseerte.

Qué será la perplejidad de ser tú.
Qué, el misterio, la dolencia de ser tú y saber.
Qué, el estupor de ser tú, verdaderamente tú y,
con tus ojos, verme.

Qué será percibir que yo te ame.
Qué será, siendo tú, oírmelo decir.
Qué, entonces, sentir lo que sentirías tú.


Ana_Rossetti Pulse en su nombre para saber mas de su obra



Hijos de la agonia



Hay niños que se lavan la cara con arena
y se comen las lagrimas, mezcladas con limón,
hay niños con espinas dentro del corazón
que intentan ser felices con risas que dan pena.

Hijos tuyos y míos, viviendo en casa ajena,
entre cuatro paredes de plena confusión,
hijos que sin quererlo, son carne de cañón,
lejos de todo el lujo que mira y los condena.

Con los zapatos rotos afrontan su destino,
llevando todo el peso del vivir día a día,
con el hambre añadiendo, piedras en el camino.

Hay niños infelices, hijos de la agonía ,
con la voz apagada, lejos de todo trino;
son hijos de algún dios con el alma vacía.


Temblorosa gacela



Anoche huías de mi cuerpo en celo
cual gacela menuda y asombrada
Y buscabas cobijo entre mis brazos
como niña mimosa y asustada.

Tus senos florecían en mis manos,
tus labios, frutas rojas, me embriagaban,
el olor de tu cuerpo me encendía
Y tu aliento de fuego me inflamaba.

Tu vientre se encogía temeroso
y tu concha de nácar palpitaba
rezumando perfumes amorosos
que fundían la funda de mi espada.

Recorrí tus rincones más oscuros
con la antorcha encendida de mi lengua
pero todo fue en vano y te dormiste
enredada en mi pecho y en mis piernas.




Aquí te tengo en mis brazos

Aquí te tengo en mis brazos
en esta cima del mundo
y en mi pecho yo te fundo
para llenarte de amor...

Y tus ojos soñadores
los míos están mirando
y entre suspiros y temblores
mi pecho está claudicando.

Que belleza en ese ambiente
que pureza hay en tu alma
cuando el sol por ti se crece
para templar la mañana.
Me encanta esta soledad
que contigo no estoy solo
que en la cumbre de la vida
tu eres mi mayor tesoro.

Aquí solo llegan las aves
a cantarnos con sus trinos
los besos que de tus labios salen
que nos crean mil caminos.

No miremos más hacia atrás
que nuestra vida está en la cima
allí donde mis versos te dejarán
con mis poemas y mis rimas...
















Tu que a mi lado suspiras

Tu que con tu amor y tesón
cerraste mis llagas abiertas
y me abriste la puerta
de tu noble corazón.

Tu que a mi lado suspiras
aumentando mi pasión
le das vida a estas letras
preñadas de inspiración.

Tu que en mi otoño temprano
con las hojas por el suelo
volviste el árbol frondoso
quitándome el desconsuelo.
Y aunque mi noche fue aciaga
en aquellos tristes momentos
fue tu amor y tu paciencia
la que alejo el sufrimiento.

Tu como un todo en mi vida
tu que estas siempre a mi lado
tu que de mi tierra seca hiciste
un hermoso y frondoso prado.

Para ti crayolita mía
que a mi corazón sanaste
y le distes horas extras
para poder siempre amarte.


















Adán



Desnudó en los albores de la vida
apenas ni yo mismo se quien soy;
mi Bien, ¿de dónde vengo a dónde voy?
porqué esta sensación adormecida.

Esta fuerza que huele a bienvenida
quizá pueda decirme donde estoy;
al parecer mi reto empieza hoy,
mañana es un futuro a la deriva.

Del fondo material mi Bien, me excluyo,
no es muy inteligente obsesionarse
por mantener aquello que no es mío.
.
Más un sentir que llevo con orgullo
le dice al corazón donde mirarse
y arrimarse al calor cuando haga frío.


Amazona



Mejor soltera que una mal casada,
mejor ser virgen que una “mal follá”,
mejor en paro que hundida y explotada,
mejor guerrera que esclava de la paz,
de una paz cargada de cadenas,
de un mañana más negro que el carbón,
de una patria, – madrastra sanguinaria–
que usa a sus hijos de carne de cañón.

No me toreen con himnos y banderas,
no me utilicen de puta mal pagá,
yo no soy una fámula de nadie,
soy una hembra con ganas de luchar
por la paz, por la vida, por la tierra,
por aquello en que aún puedo confiar,
una amazona agraviada y encendida
a la que nunca podrás pisotear,
una valquiria indómita y valiente
a la que nunca podrás esclavizar.

Si vas salido, te haces una paja,
si no te basta, machácatela ya
pero no intentes ni meterme mano
que te la arranco de cuajo en un portal
y se la tiro a los perros y a las ratas,
visto lo visto, no sirve para más.


Tu ternura es mi alegria

 


Amor que con tu ternura
me vistes de madrugada
cuando despierto soñando
y con tus besos me amas.

Son besos desde tu alma
que a mi alma deja en calma
y me deja seguir durmiendo
hasta llegar la mañana.

Y sueño de nuevo contigo
y en mi sueño eres mi cielo
mi amiga durante el día
por la noche mi consuelo.

Ya llega radiante el alba
y se fueron los luceros
tu aroma en mi cuerpo prendido
y el perfume de tu pelo.

Saludo con un te quiero
en la claridad del día
por ser mi felicidad
mi pasión y mi alegría.


Dame de beber

Dame de beber norteña de tus montañas
a la sombra hermosa de tu cerro de la silla
solo unas gotas que de tus labios salgan
cuando bese con dulzura sobre tus mejillas.

Dame ese veneno que no me mata
en gotas de perlas claras de tu sudor
sabia de tus gemidos cuando me abrazas
gotas de dulce veneno de nuestro amor.

Dame ese veneno que consuela el alma
dorado como el piloncillo en su resplandor
aplaca mis pasiones con tu ardiente llama
apaga este fuego que arde, con tu fulgor.
Dame tus besos de rosas y fuego
que sienta tu veneno sobre mi piel
con pasión, lujuria y desenfreno
déjame rendido hasta el amanecer.

Dame el sonido de tu corazón que galopa
cuando mis brazos te aprietan tu cintura
y en tu pecho se posan palomas blancas
cuando sientes de mi pecho, tanta dulzura.

Muere lenta y cautiva entre mis brazos
y tu cuerpo se estremezca con mi pasión
que en tus ojos me encuentre por fin cautivo
y en tu alma se guarde mi corazón...




















Amor oscuro



Solo tú y yo sabemos esconder nuestras sombras
en algún patio oscuro donde la pasión quema;
vivimos en secreto toda lujuria extrema
donde yo nada digo, donde tú ni me nombras.

A mi el miedo me excita, tú por nada te asombras,
somos versos prohibidos de algún sensual poema
donde cada caricia tiene una rima extrema
cuando todo el deseo en placer lo transformas.

El sol quema los ojos de un adiós prematuro
si la sombras se sueltan por un recio pudor
que señala y condena todo instante de amor.

Solo tú y yo sabemos que hay de puro en lo impuro;
en algún patio oscuro donde nada es verdad
no hay un solo suspiro que viva en  libertad.

Fotografia y poema 
Ramon Bonachi

Desamor



En el mismo lugar, donde bebía 
de la pena que tanta sed le daba,
su perdida mirada, se quedaba,
en su totalidad triste y vacía. 

Allí, lejos de toda compañía, 
llena de desamor se lamentaba, 
sentada sobre un bote sollozaba 
bajo la luz que le otorgaba el día.

El rojizo del pelo en movimiento 
y el reflejo de toda su amargura, 
eran ambos testigos del dolor 

En el mismo lugar, el sentimiento,
quiso vestir de blanco una figura 
condenada a sufrir por un amor.


El yugo de tus senos


Tu ausencia me remuerde con furia,
me clava las garras del deseo
y encabrita mi alma,
me azuza las espuelas
y me lanza al galope desatado
por tu negra espesura.

Las zarzas me desgarran,
las ramas me golpean
pero yo sigo mi carrera
atravesando ríos
cruzando cenagales
bordeando barrancos.






Y arriesgándolo todo te persigo
hasta el último aliento
dejándome la piel y la cordura
esnifando tus huellas
y cuando al fin te alcanzo,
apenas tengo fuerzas
para caer rendido en tu regazo
y mendigar tus besos,
para encontrarme desnudo
y entregado reflejado en tus ojos,
para uncirme al yugo de tus senos,
para sembrar tus surcos
con el amor inmenso que tu alma
ha encendido en mi cuerpo.




















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